Las novedades, las noticias y las críticas de los programas y series de televisión
͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏
|
|
|
¿Dónde está el público del ‘prime time’?
|
NATALIA MARCOS
|
|
Una imagen de 'GH Dúo'. / MEDIASET
|
|
|
|
|
Antes que nada, perdón por llegar un par de horas tarde a vuestros correos por primera vez desde que escribo este boletín, la actualidad me ha comido y no he podido cumplir. Lo siento. Llego tarde, pero llego.
Como persona que trabaja en el sector televisivo, consulto a diario las audiencias, al menos echo un vistazo por encima. El viernes pasado, cuando estaba mirando las audiencias del jueves, me llamó la atención un dato. Gran Hermano Dúo había sido líder con un 13,6% de cuota, un buen dato en los tiempos que corren. Eso no es lo llamativo, sino el número de espectadores que tuvo: 765.000. Es decir, con mucho menos de un millón de espectadores un programa puede ser tranquilamente líder de la noche.
No vengo a contar nada nuevo (Paloma Rando ya escribió en octubre una columna sobre este tema en la que me mencionaba; devuelvo la mención y así seguimos el bucle). El prime time ha sufrido una fuga importante de espectadores. ¿A dónde han ido? Por un lado, tenemos el problema de que estamos llamando “horario de máxima audiencia” a algo que en realidad no es el horario de máxima audiencia.
Un dato que me gusta mucho de los informes anuales de la consultora Barlovento Comunicación es el análisis a partir de los espectadores totales de la televisión tradicional en los 15 minutos más vistos de cada jornada teniendo en cuenta el promedio del año. Vayamos por partes. Según esta consultora especializada en la medición de audiencias, los 15 minutos que congregan a más público ante el televisor cada día, de media, es la franja que va de 22.15 a 22.30. Ahí se produce el pico de espectadores, el verdadero prime time; curiosamente, es antes de que empiecen las supuestas apuestas principales de la noche en los diferentes canales. Si se mira el promedio de audiencia media en esos 15 minutos, se tiene un dibujo muy interesante de cómo la televisión tradicional ha ido mermando su seguimiento, como podéis comprobar en el gráfico. De los 18,2 millones de espectadores acumulados (es decir, la suma de todos los canales) que se congregaban de media en esa franja en 2014, se ha pasado, en una década, a 12,3 millones en la misma franja. Exactamente, 12.375.000.
|
|
|
|
|
|
|
|
Como destacan en el análisis de Barlovento, “una vez pasada la pandemia totalmente, en los ejercicios de 2023 y 2024, el cuarto de hora de mayor presencia de televidentes ha descendido casi 1,3 millones de fieles”. En realidad, explican, esa gente no se ha ido en masa de la televisión, sino que siguen ahí pero consumiendo otra televisión, es decir, viendo plataformas, jugando a videojuegos, viendo programas en diferido… Otro dato curioso que aporta Barlovento a través de su Barómetro OTT, que analiza el consumo de servicios de streaming, es que el horario de mayor audiencia para las plataformas también es el de 22.15 a 22.30.
Curiosamente, el descenso en el consumo de televisión tradicional no ha supuesto un descenso proporcional en el valor económico de la publicidad en la televisión, sino al contrario, según dice la consultora. ¿Por qué? Porque ningún otro soporte publicitario consigue reunir esas cantidades de audiencia, lo que hace que su valor sea todavía mayor. Una cosa que suele llamar la atención es que las cadenas den tanta importancia a la cuota de pantalla, por delante del número de espectadores. Su explicación está precisamente aquí: la cuota de pantalla indica el porcentaje de espectadores que eligen tu canal del total de espectadores que hay en ese momento viendo la televisión. Es decir, si un anunciante elige publicitarse en televisión, querrá hacerlo en el canal que mayor parte del pastel consiga reunir. ¿Que son menos espectadores que hace una década? Vale, pero son más que la cadena de al lado. O son de una franja de edad determinada, o con un poder adquisitivo, o de una localización geográfica determinada…
Para elevar la cuota de pantalla, un truco es estirar la duración de los programas hasta lo más tarde posible, porque aunque el número de espectadores descienda, la cuota de pantalla aumenta, ya que al haber menor competencia, la audiencia se congrega en torno a los programas que consiguen arrastrar al público desde horas más tempranas. Un ejemplo práctico se ve en los datos de la primera semifinal del Benidorm Fest 2025, celebrada este martes. En un informe elaborado por la consultora Dos 30’ se observa cómo el número de espectadores fue descendiendo progresivamente a lo largo de las casi dos horas de programa. Es sabido en la televisión que el número de espectadores cae cuando se pasa de las doce de la noche, y así ocurrió: de los casi 1.800.000 espectadores que el Benidorm Fest heredó de La revuelta cerca de las 23.00, terminó en unos 800.000 televidentes cuando se anunciaron los cuatro cantantes que pasaban a la final del sábado. Sin embargo, a esa hora, cerca de las 00.45, el programa vivió un pico de cuota, porque quienes estaban viendo la televisión en ese momento, cambiaron para ver qué ocurría. (En el gráfico de abajo, elaborado por la consultora Dos 30', la línea rosa representa la cuota de pantalla y el sombreado de fondo es el número de espectadores).
|
|
|
|
|
|
|
|
Vuelvo a la pregunta inicial, ¿dónde está el público del prime time? Por una parte, en realidad sigue ahí, porque El hormiguero, La revuelta y los programas de ese horario siguen haciendo grandes audiencias diariamente, en el verdadero horario de máxima audiencia. También parte del público que ha desaparecido con el tiempo está ahora en las redes, en otras plataformas o viendo programas emitidos en otro momento (o incluso esa misma noche pero que han empezado antes de que ellos pudieran conectarse: eso también es visionado en diferido y no cuenta en el dato que se publica cada día). Pero, sobre todo, el público del prime time está en el verdadero prime time, que no es de 23.00 a 01.00, como podemos creer, sino de 20.30 a 23.00, especialmente de 22.15 a 22.30.
|
|
|
|
|
Lo que estoy viendo
|
|
|
Joan Amorós y Verónica Echegui, en 'A muerte'.
|
Hace unos días vi la segunda temporada entera de La chica de nieve (viernes 31 en Netflix). La primera funcionó muy bien de visionados en la plataforma y era lógico que continuara. Además, hay más libros, así que la historia ya está ahí. El juego del alma tiene una historia diferente, misma protagonista y misma ambientación, una Málaga distinta de la que imaginamos y que, posiblemente, sea lo mejor de la serie. La segunda temporada es un thriller que engancha, de eso no hay duda (es hábil al situar los ganchos para que el espectador quiera continuar con un capítulo más), pero cuyo guion no aguanta muy bien el análisis reposado, sobre todo según avanza la historia y se acerca al desenlace. Al reparto se suma un Miki Esparbé cuyo personaje tampoco parece encajar bien y queda bastante desdibujado. Pero, en general, la serie es continuista y a quien le gustara la primera temporada, es muy probable que pase un buen rato con esta nueva historia que, además, es un poco más truculenta.
También he visto entera A muerte (miércoles 5 en Apple TV+), serie de Atresplayer cuyo estreno internacional adelanta Apple. Y lo bien que lo he pasado con esta serie, una comedia romántica con más de comedia que de romántica y con un humor bastante negro y muy desenfadada. Sus protagonistas son un hombre al que le comunican que tiene cáncer de corazón y que en cuestión de días tiene que someterse a una operación de la que no sabe si saldrá con vida, y una mujer que vive como una eterna adolescente y que descubre que está embarazada y no sabe si quiere seguir adelante con el embarazo. Tanto los protagonistas (Verónica Echegui y Joan Amargós) encajan perfectamente en sus papeles y están rodeados de un grupo de secundarios muy divertidos. Es una de esas comedias de reírse, con gags que funcionan, un guion desenfadado y fresco y a la que se le nota que detrás solo (como si fuera poco) tiene la intención de entretener y divertir, y lo consigue.
Podéis mandar vuestras sugerencias televisivas (programas, series, documentales...) a nmarcos@elpais.es. Incluid, por favor, vuestro nombre, qué recomendáis y por qué lo hacéis en un párrafo. ¡Gracias!
|
|
|
|
Zapeo de noticias
|
|
|
Logo original de Antena 3.
|
La actualidad televisiva de la semana (y lo que queda hasta el fin de semana) pasa por Benidorm. Allí está mi compañero Héctor Llanos para contar todo sobre el Benidorm Fest, el certamen para elegir al representante de España en Eurovisión, cuya final será este sábado. Pero como a esta altura de la semana todavía no sabemos mucho sobre eso (ni siquiera sabemos quién fue el favorito de la primera semifinal porque este año no están anunciando los puntos que recibe cada concursante, imagino que para evitar polémicas), os traigo un par de curiosidades relacionadas con el 35 aniversario de Antena 3, que fue el pasado sábado. Me gustó este hilo sobre los cambios en el logo de la cadena (del azul yo ni me acordaba, la verdad). Y también este viaje en el tiempo de Fernando de Córdoba para recuperar cómo fue la primera parrilla de Antena 3. Rita Irasema (mi infancia son, en esencia, Rita Irasema, Teresa Rabal y Espinete), Miguel Ángel Nieto, Bartolomé Beltrán, José María Carrascal, Mayra Gómez Kemp...
Y ya que arriba hablábamos de audiencias, esta semana Nielsen ha publicado un informe con los datos del streaming en Estados Unidos. Al parecer, el visionado de plataformas en la televisión en Estados Unidos creció un 10% de 2023 a 2024. Para sorpresa de nadie, el título del que más minutos se vieron en 2024 fue Bluey, seguido por Anatomía de Grey. Dentro de los programas originales de plataformas, lidera Los Bridgerton, mientras que Fallout fue la serie nueva más vista. En películas, lideraron Moana y Super Mario Bros. La película.
|
|
|
| | |