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Buen viernes, querid@s lector@s
Hoy quería acercaros a una historia humana. O a dos, mejor dicho. La de la excelente periodista Noelia Ramírez, redactora de Cultura de El País, que se pelea contra el llamado síndrome de la impostora antes de que a esa sensación de no estar a la altura se le pusiera un nombre. Cree, y por eso ha escrito un libro que trasciende al título, que nadie la esperaba aquí. Y ese aquí son las estanterías de las librerías donde encontrarás su Nadie me esperaba aquí (Nuevos Cuadernos Anagrama), las páginas de papel y digitales de este diario, o la tecnología que nos acerca a su genial personalidad en el podcast Amiga, date cuenta de Radio Primavera Sound.
Escribe Noelia Ramírez sobre la condición de charnega en Cataluña, sobre cómo marca ser de periferia, los deberes que dejaron pendientes nuestros padres o la necesidad de renunciar al origen para encajar en un lugar que no sentimos como propio. Y para triunfar. O parecerlo. Cuenta la escritora que la gente de clase alta tiene los semáforos en verde, mientras tú “tienes que esforzarte mucho más para que no se te pongan en ámbar o en rojo”.
A Edna Imade no la conozco tanto, no sé si alguna vez se sintió una impostora, pero seguro que en algún momento se sintió fuera de lugar. Su pelea no ha sido tanto por un tema de clase, que también, pero sobre todo por las diferencias norte-sur. Lo que está claro es que a ella tampoco nadie la esperaba aquí. Y ese aquí es la Real Sociedad, el Bayern Múnich o la final de la Nations League con la selección española de fútbol. La historia de Imade, y de su hermano gemelo Paul, es la historia de Floren, una madre embarazada que huyó de Nigeria con un objetivo: conseguir que sus hijos tuvieran una mejor vida. El sueño por poco se trunca a orillas de la playa. En la patera que les trajo hasta España, como cuenta en el reportaje José Luis Lorenzo. Pero el final esta vez es un final feliz. Y Edna integrará hoy por primera vez la lista de jugadoras de la selección que pelean por hacerse de nuevo con el trofeo como campeonas de la Nations League en una final a doble partido que arranca hoy en Kaiserlautern, en Alemania, en casa de las rivales.
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